Con el agua al cuello, volvió la mirada a una vieja conocida. Y ha respondido. Como adelantó El Confidencial en mayo pasado, Prisa había recurrido a la consultora de Violy de Harper para rastrear posibles socios americanos para la compañía. Desde entonces, ha sellado dos operaciones que permitirán al grupo superar el primer test de sus bancos acreedores a mediados de octubre. 300 millones necesitaba y 300 millones tiene. Los 247 millones obtenidos del fondo DLJ South American Partners anunciados ayer, más los 40 millones logrados en agosto por la venta de la autocartera a la estadounidense IBN, salvan de momento los muebles de Prisa. Ha vendido barato, pero parchea una deuda que supera los 5.000 millones de euros. Por si hubiera dudas, a última hora de la tarde anunció la venta del 35% de Media Capital al holding luso Ongoing Strategy Investments, por 157,5 millones de euros.
“Prisa mantiene a Violy and Company para asesorarle en su plan de reposicionamiento, que incluye encontrar socios estratégicos y tecnológicos”, anunciaba el grupo tras el acuerdo con IBN. Ayer el acuerdo era con DLJ, una joint venture entre un equipo de inversores sudamericanos encabezado por el argentino Carlos García y el brasileño Marcelo Medeiros, y un fondo de inversiones alternativas de Credit Suisse. Entre las operaciones cerradas por el fondo -centradas en Argentina, Brasil y Chile-destacan la compra de la franquicia de McDonald’s para Lationamérica y el Caribe, así como la adquisición de la mayoría de EBEC, compañía líder en Brasil en cursos de formación.
El nombre de Violy de Harper está unido al de Banesto y a la intervención del banco a finales de 1993. Corría el 5 de enero de 1994 cuando la ex directora general de JP Morgan firmaba un informe remitido al presidente, Dennis Weatherstone, en que aseguraba que el movimiento del Banco de España podía tener “motivos no económicos”. Un auténtico escándalo. Había formado parte del Equipo Phoenix que asesoraba a Mario Conde y, junto a Roberto Mendoza, vicepresidente de JP Morgan, había avalado que su fondo Corsair se hiciera con un 8% del banco y acudiera a la ampliación de 100.000 millones de pesetas que la entidad llevó a cabo en agosto de 1993. Todo un fiasco para la reputación de la firma.
Desde entonces, una carrera imparable desde su propia consultora. ¿El nexo de unión con Prisa? “Violy es amiga de Matías Cortés”, aseguran fuentes internas de la compañía. Cortés, consejero en el grupo de medios de los Polanco, figura como asesor legal para empresas españolas en el equipo de colaboradores de Violy & Company. La apuesta por no perder el control de las sociedades obliga a Prisa a estrechar unos lazos con el capital riesgo que no le son ajenos. A finales de 2007, el fondo británico 3i compraba un 16,2% de Unión Radio, con el fin de preparar la salida a bolsa del grupo de radio. La intención a futuro de DLJ South American Partners podría no ser muy diferente, en tanto entra en un negocio plenamente consolidado.
La venta del 35% de Media Capital tiene unas connotaciones similares: la venta de un porcentaje reteniendo el control. Ongoing, holding presidido por Nuno Vasconcellos, es el tradicional vehículo inversor de la familia Rocha do Santos, uno de los principales accionistas de Portugal Telecom (PT) y cada vez más activo en el mundo de los medios de comunicación. A finales de junio, Prisa admitía mantener contactos con PT para la venta de un porcentaje en torno al 30% de Media Capital. Ayer cerró un acuerdo que valora la compañía en 450 millones de euros.
Una ‘joya’ a buen precio
Lo que está claro es que las urgencias no son buenas consejeras para desinvertir bien. La venta por parte de Prisa del 25% de Santillana por 247 millones de euros implica una valoración de la compañía de 992 millones, una cifra que se sitúa muy por debajo de las estimaciones lanzadas en los últimos tiempos por los bancos de inversión. “Pensamos que la venta de la joya de la corona de Prisa a siete veces ebitda da una idea de las estrecheces financieras del Grupo y de su necesidad de conseguir efectivo para reducir la deuda y cumplir con los bancos”, aseguraba ayer en una nota interna el Santander, que valora la compañía en 1.200 millones de euros.
“Creemos que la compañía vale 8,5 veces ebitda, en línea con la valoración implícita que apareció en el Financial Times (FT) antes del verano”, expone el banco. Entonces, Pearson –propietario del propio FT y de la editorial Penguin-, negociaba con Prisa su entrada en Santillana. Las cifras que barajaba el diario eran la compra de entre un 20% y un 30% del capital de la editorial por una cantidad comprendida entre los 240 y los 360 millones de euros. UBS iba más allá hace apenas unos meses y cifraba el valor de la compañía en 1.300 millones. Santillana obtuvo un ebitda de 65,24 millones de euros en el primer semestre del año, lo que suponía un incremento del 27,6% respecto al año anterior.
Más operaciones a la vista
No obstante, el vicepresidente del Grupo, Manuel Polanco, aseguraba ayer a El Confidencial que el precio era bueno y que había satisfacción en la compañía por la entrada en el capital de un socio que está en el sector editorial en Brasil. “Llevábamos entre tres y cuatro meses analizando los posibles inversores. Salimos fortalecidos con esta operación. Las próximas desinversiones se realizarán teniendo siempre en cuenta que no se pierda el control de las compañías”, afirmó tras un desayuno informativo en el que el consejero delegado de Prisa, Juan Luis Cebrián, anunció más operaciones para apuntalar financieramente a la sociedad.
Para el Santander, el otro activo sobre la mesa para lograr cash es Digital Plus. En un reciente informe, el departamento de análisis del banco valoraba la plataforma en 2.000 millones de euros. Con el matiz de que aquí la fotografía ha variado. “Según diversas fuentes, el consorcio Vivendi/Telefónica, el único interesado en la adquisición de Digital Plus, habría decidido romper el pacto tras la adquisición de Vivendi en Brasil”, asegura el documento. Vivendi acaba de lanzar una opa por GVT, la cuarta operadora brasileña de telecomunicaciones, valorada en 2.000 millones de euros. Una operación que convierte a la francesa en competidora de Telefónica en el país sudamericano.
La deserción de Vivendi podría convertir a la italiana Mediaset en el nuevo socio de la compañía de César Alierta en su porfía por Digital Plus. Fuentes internas de Prisa confirmaron a este periódico que “las negociaciones con Mediaset son ciertas, en tanto los italianos parecen más interesados que Vivendi, y Telefónica les ve bien como socio. Otra cosa es el ritmo al que avancen las negociaciones. Hasta ahora la compañía ha estado más interesada en solventar el problema con los bancos”.