Corría el 5 de enero de 1994. Días convulsos tras la intervención de Banesto. Violy de Harper, ex directora general de JP Morgan, firmaba un informe remitido al presidente, Dennis Weatherstone, en que aseguraba que el movimiento del Banco de España podía tener “motivos no económicos”. El escándalo fue su salto a la fama. Desde finales de 2002 había formado parte del Equipo Phoenix que asesoraba a Mario Conde y, junto a Roberto Mendoza, vicepresidente de JP Morgan, había avalado que su fondo Corsair se hiciera con un 8% del banco y acudiera a la ampliación de 100.000 millones de pesetas que la entidad llevó a cabo en agosto de 1993. Todo un fiasco para la reputación de la firma.
Hoy, 15 años después, es ella, colombiana de Barranquilla, quien busca socio americano para el Grupo Prisa, que ahogado por la deudas necesita desesperadamente obtener dinero fresco. “Habría un socio en Estados Unidos dispuesto a invertir entre 400 y 500 millones. El problema es qué le da Prisa, ya que los Polanco no quieren perder el control y nadie entra con ese dinero sin mandar, aunque sea un poco. Se están buscando fórmulas para ver cómo puede entrar en el conglomerado de sociedades de la familia. Los acreedores se quedarían satisfechos con una inyección de capital entre 300 y 500 millones y la consultora de Violy de Harper está trabajando para rastrear otros posibles socios”, aseguran a El Confidencial fuentes del grupo.